Delegación de Medio Ambiente

Jardines emblemáticos

En el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, encontramos los siguientes Jardines de Interés Cultural ubicados en Cádiz: la Plaza de la Candelaria, la Alameda de Apodaca, Paseo Carlos III, la Plaza de Mina y el Parque Genovés.

PLAZA DE LA CANDELARIA

Antiguamente lo ocupaba el Convento de la Candelaria, reformado en 1884 por un proyecto de urbanismo, procediéndose a la forma actual (aunque sus antecedentes son mucho más antiguos).
La plaza tiene un contorno trapezoidal, con el interior dividido en una serie de parterres triangulares, con los vértices interiores achatados y convergentes hacia la estatua de Castelar. Entre dichos parterres se sitúan uno pasillos, algunos provistos de pérgolas que se adornan con “Buganvillas” (Bougainvillea glabra), cuya floración confiere un aspecto alegre e inconfundible a la plaza, debido al vivo color fucsia de la brácteas que rodean a las flores.
Todo el acerado exterior recibe sombra durante el periodo estival de una hilera de “Olmos” (Ulmus sp.), mientras que en otoño queda cubierto por sus características hojas de borde dentada y base asimétrica. En la zona interna son naranjos amargos (Citrus auriantium) los encargados de dar sombra a los bancos y perfuma el aire en la primavera con el aromática olor de sus flores de azahar.
En los parterres, limitados por setos de “Pitósporo” (Pittosporum tubina) que sustituyen desde 1995 a los anteriores de “Aligustre” (Ligultrum vulgare), podemos distinguir algo más de veinte especies diferentes, la mayor parte de ellas arbustivas, y por lo general, muy comunes en los parque y jardines de nuestro entorno. De entre los árboles, los más abundantes son “Cipreses comunes” (Cupressus sempervirens), Gimnosperma de hoja escamosa, que aparecen con su porte natural, que los ha hecho típico de los cementéreos.

ALAMEDA DE APODACA

Se denomina así a los jardines comprendido entre la calle Fermín Salvochea y Ustáriz. Se inicia en la Muralla de San Carlos y termina frente a la Iglesia del Carmen, en el Baluarte de la Candelaria.
Sus orígenes se remontan a la antigua Caletilla de Rota, que en 1617 fue transformada en una primera Alameda. A mitad del siglo XIX se eliminan las verjas y asientos, quedando un jardín inglés.
El arquitecto D. Juan Talavera hizo la reforma en 1926-1927 dando su estilo actual, de jardín sevillano, con fuentes, cerámicas, ladrillos y forja en respaldos y farolas.
Los setos de los parterres con este lado de la Alameda son de “Tuyas” (Thuja orientalis), Gimnosperma de hojas escamosas cuyas ramificaciones se disponen en un solo plano, mientras que en la zona más internas, y en los situados hacia el mar, son fundamentalmente de “Aligustres (Ligustrum vulgare) cuyas hojas, siempre que el invierno sea suave, se mantienen durante casi todo el año. Entremezclado a veces con el “Aligustre”(Pittosporum tobira), y en algunos casos “Transparente”(Myoporum acuminatum), arbusto que debe su nombre al hecho de que sus hojas cuando se observan al trasluz presentan unos puntitos más claros.

PASEO CARLOS III

Aunque situado fuera del Parque Genovés y de la Alameda de Apodaca, los jardines que hay en el Paseo de Carlos III constituyen una verdadera conexión entre ambos y forman un continuo ajardinado que, a través de la Plaza de España, conecta con los jardines de Canalejas, contorneando el Casco Antiguo de Cádiz.
Su forma actual es la de un triángulo isósceles, con su base justo frente a la entrada del Parque. Por uno se sus lados limita con el mar mediante una balaustrada, continuación de la Alameda, provista de farolas, y por el otro con un paseo de “Platanos de Londres”(Platanus híbrida). En el interior del jardín se distinguen claramente un eje central, con diferentes plazoletas, cuatro de ellas redondeadas, una rectangular y otra octogonal, más ancha, con una fuente en su centro.


PLAZA MINA

Una de las plaza más emblemáticas de la ciudad, data de 1838.
Su planta es casi rectangular, distinguiéndose un ancho paseo externo rodeado de árboles, con farolas centrales de hierro fundido, y una zona central dividida en parterres asimétricos, separados entre si por pasillos, en algunos casos flanqueados por barandillas de mármol, y plazoletas redondas, quedando en el centro un círculo mas despejado, que en un principio estuvo ocupado por la estatua de D. Francisco Espoz y Mina (héroe de la Guerra de la Independencia al que debe su nombre). En la actualidad ha sido sustituida por una farola rodeada de cuatro ejemplares de “Boneteros” (Euonymus japonicus).


PARQUE GENOVÉS

En 1892 el alcalde de la ciudad, D. Eduardo Genovés planea el diseño del actual Parque, dotándolo con fuentes, cascadas con lago, salón de conciertos, café y un variado de especies botánicas, algunas de ellas de gran rareza y espectacularidad. Posteriormente se instala el conjunto escultórico de “niño bajo el paraguas” fuente que fue traida de Paris, y los monumentos dedicados a la Duquesa de la Victoria y a Josés Celestino Muti. Mucho más reciente son los dedicados a D. José Maria Pemán y a Félix Rodríguez de la Fuente.
El parque tiene una forma más o menos trapezoidal, limitando con el Hotel Atlántico, con el Paseo de Santa Bárbara (actualmente convertido en un aparcamiento), con la Avenida Duque de Nájera y con la Calle González. Tablas, donde se encuentra la entrada principal. La puerta situada en este lado permite el acceso directo a una amplia avenida central, dividida en tres calles por una doble hilera de parterres simétricos, con Cipreses comunes” (Cupressus sempervirens) en las esquinas, un “Ciprés de California” (Cupressus macrocarpa) en el centro, y entre ambas especies, “Palmera datileras” (Phoenix dactylifera). El resto del parque se caracteriza por su asimetría, que se manifiesta tanto en el irregular trazado de sus paseos. Probablemente haya sido esa falta de regularidad la que haya propiciado el que se cultiven la gran variedad de especies que podemos encontrar. Son más de cien los árboles y arbustos diferentes que existen en otros parques o jardines de la ciudad.